Te extendí la mano para sacarte de tu mundo de mierda y en lugar de saltar hacia la superficie me estabas hundiendo hacia ti.
¡Vaya! Si esa es tu manera de pagarle a quien siempre estuvo para ti incondicionalmente, entonces ahora ya entiendo el porqué te va como te va.
Ya párale de recolectar karmas porque al paso que vas no quiero imaginar como vas acabar.
Me dolió, no te lo puedo negar. Sobretodo porque bien sabías lo importante que has llegado a ser en mi vida y aún así te valió madre lastimarme.
No fue lo que yo hice por ti, fue lo que tú no hiciste por mí. Yo lo hice por amor y tú sólo me ofreciste dolor.
Aún a pesar de todo, no te deseo ningún mal sino todo lo contrario. El daño ya lo llevas dentro, ¿para qué habría de querer verte aún peor?
Por mi parte yo te libero de ese karma que has acumulado con tus acciones en mi contra. Digo… Si es que de casualidad llegas a sentirte culpable por lo que me has hecho.
De corazón te lo digo, por mí ya no te preocupes. En verdad te lo agradezco, pues a través de tus traiciones aprendí a elegir mejor por quién mi amor apuesto.
Allá tú si quieres seguir sumergida en el fango. Yo la neta así no juego, aposté todas mis fichas a tu nombre y por poco me quemo dentro de tu propio infierno.
¡Qué cosas tan extrañas de la vida! ¿Verdad?
Te encendí mi luz para iluminarte en tu mundo de oscuridad y por poco me dejas por tus sombras totalmente eclipsado.
En conclusión: No se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado, sigue tú por tu camino oscuro por la vida, yo me voy por el sendero iluminado.